La Asociación de Gremios de la Pequeña Empresa reveló que más de 500,000 pymes peruanas han quebrado, cerrado o migrado de rubro a raíz de la crisis ocasionada por el COVID-19. A nivel de América Latina, la fintech Rextie resaltó que las pymes formales e informales se vieron muy afectadas por la pandemia, lo que conllevó a que al menos el 13% de las empresas formales abandonaran el mercado.
Las principales causas que han enfrentado las pymes y que las han llevado, en algunos casos, a la quiebra son: flujo de caja reducido y desordenado, fuerte nivel de endeudamiento, retrasos en pagos de compromisos y acceso restringido a los servicios financieros.
En esa línea, la solución para que las pymes mantengan su permanencia en el mercado es que deben generar valor y saber diferenciarse, por lo que deben trabajar en mejorar su capacidad financiera y su acceso a capital de trabajo, acceder a programas de promoción estatal, acelerar la digitalización de sus procesos de venta, cobros y pagos, realizar alianzas estratégicas con proveedores y clientes y ampliar su horizonte comercial al mercado internacional.
Con la aplicación de políticas coherentes y coordinadas, las pymes podrían ser agentes del cambio estructural a través de su contribución al aumento de la productividad.
Para finalizar, hay que tener en cuenta que las pymes constituyen un componente esencial en la productividad de toda la región, representando alrededor del 99% del total de empresas y permitiendo emplear a más del 67% del total de trabajadores.
Sin embargo, su contribución al PIB sigue siendo relativamente bajo, lo que revela las deficiencias en su gestión y los niveles de productividad.